Esto es básicamente lo que sucede cuando un chef optimiza un sándwich de helado.

Ingredientes

Todos hemos comido un sándwich de helado alguna vez, pero esto lleva las cosas al siguiente nivel.

No guardes este plato sólo para Pascua, ya que es delicioso todo el año.

Marcas:1 sándwich

  • 1 panecillo con forma de cruz (cualquiera que sea tu favorito, a mí me gustan todos, pero no tanto cuando tienen agregados de chocolate y cosas así), más ½ panecillo extra
  • 1 cucharada de azúcar extrafina o azúcar moreno claro
  • Un chorrito de melaza de granada o vinagre balsámico MUY viejo
  • 1 bola enorme de helado de caramelo salado

Método

  1. Precalienta el horno a 140 °C (275 °F). No te imaginabas que eso pasaría en un sándwich de helado, ¿verdad?
  2. Tuesta hasta el cansancio la mitad del panecillo de Pascua que sobra en la tostadora, déjalo enfriar y tritúralo en trocitos en un procesador de alimentos. Colócalos en una bandeja para hornear y espolvoréalos con el azúcar por todas partes, mézclalos y mete la bandeja en el horno.
  3. Cada 10 minutos, saca la bandeja y empuja todas las migas con una espátula. Hazlo durante unos 20 o 30 minutos, luego coloca las migas sobre un trozo de papel de horno y raspa todo lo que quede en la bandeja con la espátula. Déjalas enfriar y vuelve a colocarlas en el procesador de alimentos para triturarlas rápidamente hasta que tengan casi el tamaño de migas de pan muy grandes. Deben quedar súper crujientes y deliciosas, no quemadas.
  4. Coge el panecillo entero y fresco y hazle un corte en uno de los lados. Le estás haciendo un bolsillo. Ábrelo lo mejor que puedas y aplasta un poco el interior con el dedo. Rocía el interior con melaza de granada o vinagre balsámico.
  5. Tome una cucharada de helado a la vez, pásela por las migas de pan de Pascua frías y calientes, presionando un poco y luego coloque el helado dentro del pan. Siga así hasta que no pueda meter más helado.
  6. Déjalo en el congelador durante 10 minutos para que todo se endurezca un poco. Sácalo y aprieta y moldea el pan (con cuidado, sin aplastarlo ni hacer que el helado se salga por algún lado). Por último, haz rodar el helado que queda expuesto en la parte delantera sobre más migas y que se quede pegado.