Ingredientes
Sirve 6
- 1 calabaza grande (o restos de raíces asadas)
- aceite de oliva virgen extra
- 2 dientes de ajo, picados
- 5 hojas de salvia, finamente picadas
- sal marina y pimienta negra recién molida
- 3 trozos grandes de mantequilla, cantidad dividida
- 3 puerros, finamente cortados
- 400 g de arroz arborio
- 100 ml de vino blanco seco
- 1 litro de caldo de verduras, calentado a fuego lento
- 4 cucharadas de queso parmesano recién rallado, más un extra para servir
- 75 g de piñones, para servir
Método
- Precalienta el horno a 200°C. Corte la calabaza en 6 a 8 gajos (no es necesario pelarla), retire las semillas y colóquela en una bandeja para asar.
- Agrega una cantidad generosa de aceite de oliva, el ajo picado, la mitad de las hojas de salvia, sal marina y pimienta sobre la calabaza y frótala con las manos. Ase en el horno durante 40 a 50 minutos, hasta que se ablanden y adquieran un color dorado.
- Una vez que la calabaza se haya cocido, déjela enfriar un poco y luego retire la pulpa suave de la piel y colóquela en un tazón.
- Triture con un tenedor o un machacador de papas hasta que tenga una textura bastante grumosa. Vierta los jugos pegajosos que queden en la bandeja para asar en el tazón y manténgalo caliente mientras prepara el risotto.
- Calentar un poco de aceite de oliva y 1 buena nuez de mantequilla en una cacerola honda de base pesada. Freír los puerros hasta que estén tiernos. Agrega el arroz y revuelve durante 1 minuto, hasta que los granos estén cubiertos con el aceite y la mantequilla y el arroz esté brillante y opaco.
- Agrega el vino y cocina a fuego lento durante 1 minuto, revolviendo constantemente. Añade un buen cucharón de caldo caliente y el resto de salvia y sazona bien con sal y pimienta.
- Reduzca el fuego y agregue el caldo caliente cucharón a la vez, revolviendo constantemente hasta que se absorba cada cucharón. Después de unos 15 a 20 minutos, el arroz debe estar cremoso pero aún firme al morderlo.
- Mientras tanto, coloca los piñones en una sartén seca bastante caliente y revuelve hasta que estén dorados, con cuidado de que no se quemen. Retire la sartén del fuego y agregue suavemente la calabaza asada (o los restos de raíces asadas) al risotto, junto con el parmesano, el resto de la mantequilla y el condimento al gusto. Agregue caldo adicional si el risotto parece particularmente espeso.
- Vierta el risotto en tazones calientes. Espolvoree con los piñones tostados y más queso parmesano y sirva inmediatamente.